¡Salvémonos como podamos!

Me parece que el caricaturista León ya no es lo que fue hace algunos años. Ha perdido chispa, pero sobre todo ha perdido la principal característica de todo caricaturista político: la crítica al poder.

Recuerdo cuando lo entrevisté, allá por 1991, para el diario La Crónica. Me hablaba del entonces gobernador Ernesto Ruffo y me dijo: "antes teníamos a un dios como gobernador, ahora tenemos un ser humano".

Coincidí con él, pues yo también confiaba en el ensenadense y le había dado mi voto en 1989. Pero desde esa primera administración blanquiazul quedó muy claro que los panistas empezaban a repetir los vicios que tanto habían criticado a los priistas.

Dos ejemplos: el control que logró el Poder Ejecutivo sobre el Legislativo, a través de las componendas entre el grupo del titular de la Secretaría de Finanzas Eugenio Elorduy Walter (por medio del diputado panista Carlos Flores Reyes) y el grupo priista encabezado por Rodolfo Fierro Márquez. ¿Y la soberanía del Congreso, el respeto a los poderes? Bien, gracias.

Otro: la creación del Programa Voluntad, para competir con el Solidaridad del presidente Carlos Salinas de Gortari y respaldar la campaña blanquiazul a favor del exsenador Héctor Terán Terán.

A pesar de ello, León ha seguido apoyando al PAN, ha continuado identificándose con él --quizá siempre ha sido panista, no lo sé--. Sí ha tenido algunos destellos críticos, pero por lo general no es incisivo, sino muy superficial. Y ha mostrado abiertamente en ocasiones estar a favor, por ejemplo, de la pena de muerte y la mano dura.

En fin, tiene todo el derecho de expresar su opinión con toda libertad. Pero la verdad es que necesitamos caricaturistas críticos en Baja California, y al menos en Mexicali no se ven por ningún lado.

La caricatura "Plan anticrisis" que publicó León en La Crónica el pasado 30 de enero es uno de esos destellos críticos que tiene de vez en cuando.

Si bien el mencionado plan del gobernador José Guadalupe Osuna Millán no manda a la población a que busque como pueda su forma de sobrevivencia a esta recesión que se ha iniciado, al parecer tampoco es la solución que se necesita.

El diario de Periódicos Healy publicó que los empresarios mexicalenses --al menos los que buscó para que emitieran su opinión-- apoyaban el plan osunista. Pero el semanario Zeta informó, por el contrario, que empresarios de Tijuana consideran insuficiente el plan.

No es necesario ser economista para imaginarlo, habida cuenta de la posición ideológica de los poderes fácticos (el PRI y el PAN y sus partidos satélites, las cúpulas empresarial y eclesiástica) que impusieron el programa económico neoliberal y durante lustros lo defendieron a diestra y siniestra, hasta el grado de cometer o apoyar el fraude electoral de 2006 para evitar cualquier cambio de rumbo.

Ahora, cuando el mercado sin restricción alguna demostró fehacientemente que sólo es capaz de producir mayor concentración de la riqueza y, como consecuencia, una más grande injusticia social, los grupos de poder en México insisten en que la ruta neoliberal es la correcta.

Y ante esa tozudez, entonces sí, ¡salvémonos como podamos! Porque gobierno no tenemos.